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martes, 25 de octubre de 2016

Acción Ciudadana Pelluhue se organiza para ir en Rescate de su Patrimonio - #BosquePaiva

@vigilantecosta
Donado hace muchos años a la comunidad, el sector geográfico que comprende al denominado Bosque Paiva, desde su origen, ha cumplido un rol de contención o defensa del avance de las arenas o sistemas dunarios hacia la localidad de Curanipe (símil a Reserva Federico Albert de Chanco). Efecto producido por el viento sur característico de esa zona costera.
Desde esa perspectiva, y sumando su realidad y condición actual, es que organizaciones locales, vecinos y vecinas, empresarios, profesionales, estudiantes, han confluido en la idea de poder ir en su rescate, su recuperación. Reclamando, primero, atención por su peligrosidad actual y su estado de abandono respecto de su infraestructura básica. También, interesados en resaltar su geografía y el ecosistema del Bosque Paiva, desde un punto de vista histórico cultural y el principio u origen ecológico para el que fue sembrado, asumiendo el desafío de poner en valor un lugar que necesita una intervención hoy para que pueda implementarse adecuadamente para su habilitación de uso próximo en el tiempo.

En lo particular, desde hace tiempo que hemos hecho un seguimiento, realizado variados intentos para llamar la atención del estado actual del lugar y conciliar estrategias para evitar que el sector llegue a una fase irrecuperable y es gratificante ver como, poco a poco, paso a paso, desde la organización local y ciudadana, se establecen miradas, propuestas y gestiones tendientes a desarrollar un modelo o propuesta que exige desde la comunidad la atención de todos los actores posibles y necesarios para recuperar el Bosque Paiva como patrimonio natural comunal y de la propia comunidad de Curanipe, poniendo en justa perspectiva la donación realizada por la familia propietaria original de los terrenos, el origen para el cual fue plantado el Bosque existente, evaluar su estado actual, repoblar e invertir en su recuperación involucrando a la comunidad en el proceso de manera abierta y con énfasis en poder replicar experiencias en donde la conservación es un factor a considerar como pilar fundamental de su proyección. Esto permite, en síntesis, poder generar un flujo dinámico que permita la funcionalidad y desarrollo sostenible, amigable, del lugar evitando la degradación sistemática a la que ha sido expuesto los ultimos 10, 15 o 20 años.
Después de varias reuniones ya efectuadas junto a la comunidad y de reuniones o gestiones con las instituciones competentes como Bienes Nacionales, Conaf y municipio, entre otras, integrantes de Acción Ciudadana Pelluhue se reunieron el jueves 20 de octubre con autoridades regionales (Gore, Core, Conaf, Municipio) en el mismo bosque en Curanipe para ver en terreno las falencias existentes y poner en relevancia la peligrosidad existente como uso abierto a servicio de camping.
Finalizamos en la Junta de Vecinos de Curanipe donde se converso el tema largo y tendido. Se expuso la necesidad de poder intervenir el lugar y ver de que manera podemos accionar para su recuperación y cuidado. Se convino que lo prioritario es el tema de seguridad y cierre del lugar como zona para acampar en lo inmediato para luego ver de estrategias que permitan un plan de manejo integral. 
Seguimos atentos y esperanzados en que todavía es tiempo de resguardar nuestro Bosque, su sentido, origen y, desde nuestra historia y cultura, reconocer la importancia de su legado.

lunes, 10 de octubre de 2016

El crecimiento no es desarrollo y el “crecimiento verde” es un mito

RODRIGO GARCIA PIZARRO - Ingeniero Civil, Universidad de Chile, Miembro de la CCTP (Comisión Ciudadana Técnico Parlamentaria para la Política y Matriz Eléctrica).
Como el paradigma del crecimiento ilimitado en un planeta limitado está camino a la tumba, el sistema ha ideado un modo de sobrevivencia, equivocado por cierto, que se ha definido como crecimiento o desarrollo verde. 
En primer lugar se hace necesario separar los conceptos "crecimiento" y "desarrollo", que equivocadamente se los considera sinónimos. Pero puesto que crecimiento continuo y desarrollo sustentable son incompatibles en un planeta finito, es necesario concebir un desarrollo sin crecimiento porque en el mundo que conocemos nada crece para siempre.
Los devotos del sistema, que hoy ostentan el poder, dicen que se requiere mantener al menos un 3% de crecimiento anual. Parecen no darse cuenta que eso significa duplicar en 20 años la producción de todo (acero, cemento, plásticos, vehículos de transporte, celulares, construcciones, carne, pescados, productos agrícolas, y numerosos etcétera). No ver la imposibilidad del crecimiento material continuo refleja la ceguera a que nos ha llevado la consumo-adicción.
Por otra parte, la biocapacidad del planeta esta excedida en 65%. Esto quiere decir que hoy se requieren 1,65 planetas para reproducir los recursos que consumimos y para absorber los residuos que el sistema productivo genera. Este factor tiene dos implicancias importantes:
  1. Haber sobrepasado en 1,65 la biocapacidad del planeta se manifiesta de diversas formas: colapso de la pesca, deforestación, agotamiento del agua fresca, hambruna y el aumento de las emisiones de dióxido de carbono originando el cambio climático global que se traduce en violentos temporales y sequías extremas y prolongadas, como las temperaturas record registradas en diversas partes del mundo y las espectaculares inundaciones nunca vistas en Paris y en Londres. Estos eventos extremos han inhibido la hasta hace poco habitual negación del cambio climático. Un escenario moderado sugiere que de continuar con la tendencia de población y consumo, en 2035 se requerirán 2 planetas para soportarnos, lo que implica que los efectos descritos y otros por venir se convertirán en catástrofes devastadoras e irremediables.
  2. La biocapacidad del planeta está excedida en un factor 1,65 y el PIB per cápita global es aproximadamente US$ 10.000, significa que para no sobrepasar la biocapacidad, el PIB per cápita global no debería sobrepasar, en números redondos, US$ 6.000 (10.000/1,65). Así, hoy los países que tienen un PIB per cápita mayor, deberán pensar que han sobrepasado un límite, y entrar a una etapa planificada de post-crecimiento o decrecimiento que, para soportarse socialmente requiere redistribuir con mayor equidad el ingreso de sus habitantes.
Pero antes de abandonar el paradigma del crecimiento por los estragos que inflige al medioambiente, el sistema ha buscado una tabla de salvación denominada crecimiento o desarrollo verde, que se basa sobre tres ideas fuente:
a. Aumentar la eficiencia en el uso de recursos,
b. Promover el reciclaje de materiales y la economía circular,
c. Aumentar el uso de energías renovables.
Sin embargo, a pesar de las innovaciones tecnológicas en eficiencia energética y protección climática, los resultados se muestran insuficientes, pues los daños ecológicos que ocasiona el sistema productivo han aumentado y siguen creciendo aceleradamente.
La Física nos dice que en cualquier transformación de materia energía, parte se aprovecha en el objetivo perseguido y parte se transforma en residuos inutilizables. Así, el reciclaje o el ciclo cerrado de los sistemas económicos no será suficiente, porque no hay ningún ciclo, por cerrado que sea, que pueda escapar al segundo principio de la termodinámica y todo proceso físico, en menor o mayor magnitud, seguirá aumentando el stock de residuos o contaminación.
El uso masivo de las energías renovables, tampoco soluciona el problema. En efecto, si imaginamos que se logra reemplazar el uso de toda la energía fósil por energías limpias, sería un gran paso para limpiar la atmósfera que respiramos; pero insuficiente para evitar la catástrofe climática pues los combustibles fósiles representan solo el 70% de las emisiones de gases efecto invernadero. El otro 30% proviene de la deforestación que disminuye la captura de CO2 , la agricultura industrial que degrada los suelos, la ganadería industrial que produce enormes cantidades de metano y óxido nitroso que son mucho más potentes causantes del calentamiento global. Por otra parte, la industria del plástico, cemento y acero también contribuyen enormemente (16% del total mundial) a las emisiones de metano a la atmósfera.
El punto entonces, no es el tipo de energía que usamos, sino para qué actividad la utilizamos. Si la energía limpia la empleamos en las mismas actividades para las que usamos los combustibles fósiles: arrasar los bosques, hacer más industrias ganaderas, aumentar la agricultura industrial, producir más cemento, acero, plásticos, y otras actividades que emiten enormes cantidades de gases efecto invernadero a la atmósfera, pero que satisfacen la demanda sin límite que promueve el crecimiento económico, el cambio climático y el deterioro de los ecosistemas que sustentan la vida seguirá su camino al colapso, pero en este caso alimentado con energías limpias. Para graficar el concepto, imaginemos que todos los automóviles fueran eléctricos y alimentados con electricidad de fuentes renovables, aun así el problema no se solucionaría porque se fabrican con acero y plásticos; y por último, ya no caben más autos en calles y carreteras que no pueden ampliarse sin consumir más cemento y acero.
El afán del crecimiento nos ha hecho concentrarnos primeramente en reemplazar los contaminantes combustibles fósiles; en lugar de atender prioritariamente el tema de fondo, que es el crecimiento económico perpetuo, que demanda crecientes niveles de extracción, producción y consumo, en un planeta ecológicamente sobrepasado.
El nuevo sistema económico global tendrá que apuntar al bienestar de todas las personas y reducir la huella ecológica que nos ahoga. Estos objetivos no son contradictorios puesto que el bienestar humano depende de la calidad de los ecosistemas. El decrecimiento de la producción material no es incompatible con altos niveles de bienestar.
El problema medioambiental solo se solucionará con un cambio importante en el sistema económico, entendiendo que el ‘desarrollo verde’ solo es posible en la medida que se acompañe del decrecimiento de la producción material.

martes, 4 de octubre de 2016

Obediencia Civil 2.0: Defensa Territorial versus Modelo Extractivista

Valle del Río Itata
@vigilantecosta #reporte
Partimos como programa ambiental independiente en 2009, junto a Fiscalía del Medio Ambiente, Save The Waves y Waterkeeper. Luego de un tiempo nos atrevimos y apostamos a independizarnos como organización no gubernamental manteniendo nuestros nexos o redes como representante de América Latina en el Concejo Waterkeeper Alliance.
En los últimos años, hemos sido testigos de la articulación de distintos movimientos sociales o ciudadanos, en donde muchas personas en diversos sectores, zonas o territorios del país se sienten abusados y vulnerables frente a la amenaza incesante de grandes conglomerados o corporaciones; de empresas del estado, la gran industria y la negligente administración de nuestros recursos naturales como bienes o patrimonio de todos los chilenos y chilenas.
Ducto emisario CFI Nueva Aldea Celco Arauco - Cruce Río Itata
La organización ciudadana es un mecanismo legítimo y urgente para incidir en los pequeños espacios que la democracia nos brinda para exigir respeto por todas aquellas comunidades que se han visto superadas por un sistema en donde los recursos naturales, públicos o la infraestructura social se ven visiblemente permeables, degradados, dañados y en muchos casos de manera irreversible, diluyendo responsabilidades.
Bosque Curanipe
En los últimos años, fruto de un necesario despertar de la sociedad en su conjunto, aún prevalece incólume, la esperanza. Hoy, agrupaciones ciudadanas, pescadores artesanales, profesores, camioneros, estudiantes, organizaciones de base, sociales, territoriales; la ciudadanía en movimiento reclama, marcha, propone exigiendo cambios y que los responsables de la representación popular sean probos, intachables, es un derecho y debemos ser capaces de limpiar nuestra rancia y corrupta aristocracia política. Recuperar confianzas en un país secuestrado por el mercado, por los trucos o vicios del poder, de las leyes, de la economía, es hoy más urgente que nunca. Impedir que la corrupción del sistema nos corrompa a todos es una prioridad. Exigir respeto hacia nuestras comunidades cuando (y donde) se desea invertir en un proyecto, en un territorio determinado, una obligación.
Uno de los aspectos que siempre se echa en falta es el factor geográfico como la prueba empírica de que hoy, no mañana, necesitamos como país políticas que consideren la regionalización, por ejemplo, como una medida descentralizadora eficiente capaz de conocer la realidad local junto a la adaptación al cambio climático como una variable dinámica que es preciso considerar siempre. La expansión de la sequía desde el norte y hacia el sur y su proyección, en distintos escenarios, es vital al momento de consensuar y validar aspectos esenciales que permitan una planificación en el largo plazo y que ésta pueda sustentarse en el tiempo. Conocer datos, variables o indicadores ambientales actualizados, son ineludibles a la hora de poder plantear cualquier tipo de estrategia y evitar impactos o daños de distinto tipo en nuestro contexto o entorno inmediato. Es fundamental que la adaptación de las políticas públicas incluyan la mantención y rescate del patrimonio identitario como valor único sobre el cual se construye la historia de nuestro pueblo; la cultura y tradiciones. Como así tambien, ser capaces de reconocer la importancia que implica para el espíritu colectivo y la confraternización de los individuos. Permitiendo, con esperanza, que se puedan recuperar confianzas extraviadas ante una sociedad más insegura y temerosa.

"...son nuestras comunidades las que tienen el legitimo derecho de participar en procesos que den transparencia a cualquier tipo de inversión que altere, dañe o pueda cambiar la propia visión del territorio y su calidad de vida..."


Acción Ciudadana Pro Defensa Maule Costa ha sido, y es, el Movimiento que se opuso a la Termoeléctrica a carbón (Los Robles) de AES Gener en la región del Maule (2007). Recuerdo que más de alguno dijo en su momento como frase aprendida: “no si ya está todo cocinao. No hay na que hacer”. Sin embargo, el Movimiento de organización ciudadana jamás claudico y de manera transversal pudo establecer por el imperio de la conciencia, de la suma de voces y voluntades, del sentido común que, ante todo, son nuestras comunidades las que tienen el legitimo derecho de participar en procesos que den transparencia a cualquier tipo de inversión que altere, dañe o pueda cambiar la propia visión del territorio y su calidad de vida. Se debe defender el legitimo derecho de los habitantes de un territorio a defender esa visión, desde la perspectiva local, evitando imposiciones de modelos de negocios lucrativos que a la larga terminan impactando gravemente la vida tradicional de localidades más pequeñas, rurales y que se ve afectado por la facultad que da la ley a empresas privadas de imponer su modelo de negocio de forma arbitraria, con cuantiosas utilidades o réditos particulares, dejando una carga negativa en nuestro medio o entorno. Carga de la que ni privados ni públicos se hacen cargo dividiendo a la comunidad con sus maniobras o estrategias para conseguir sus objetivos organizacionales o corporativos. No los de la comunidad.
Dicho de otro modo, hoy, las políticas públicas o estatales deben atender los descargos y propuestas planteadas por una comunidad más empoderada, informada y dispuesta a organizarse para incidir en el cambio de leyes y llamado a consulta o plebiscito ante fenómenos como el de las colusiones empresariales o carteles políticos en donde, existen casos, que hasta los mejores candidatos tienen prontuario o antecedentes corrompiendo a su propio electorado. Además de la vergüenza que implica (como país) que más de algún honorable electo y/o políticos de fuste figuren como viles empleados de corporaciones empresariales en el Parlamento y, más de alguno, ya haya pisado las sombras por financiamientos irregulares. Patético y triste.

Hoy la defensa territorial desde la organización ciudadana ha debido reaccionar frente a insistentes esfuerzos por expandir o crear nuevas zonas de sacrificio en el país y por mantener una matriz energética aletargada con un alto consumo de fósiles impidiendo dar el salto cuántico que nos extirpe la primitiva dependencia de combustibles contaminantes y que podamos desarrollar proyectos a escala humana donde la autosuficiencia energética, la generación distribuida y la doble entrada sean algunos mecanismos que eviten o mitiguen la innecesaria depredación de nuestro medio o la intervención tozuda del capital que insiste en represar nuestros ríos, quemar carbón, sobre explotar recursos de pesca, contaminando aguas, degradando territorios, sin una visión de largo plazo que involucre a las comunidades.
La educación es clave y la tecnología ha jugado un rol fundamental. Las redes sociales, el acceso a internet o a la información, hoy a la mano, dan una posibilidad antes impensada de manifestarse y organizarse frente a las injusticias y amenazas que hoy persisten en distintas zonas de nuestro país donde las grandes decisiones la toma una cúpula político empresarial. 
En nuestra zona, por años hemos convivido con empresas extractivas de masa forestal cuyo impacto o externalidades negativas terminan por dañar ecosistemas locales, interviniendo a las comunidades cercanas o erradicándolas sistemáticamente con la compra de sus propiedades afectando, por ende, a su cultura, identidad o posibilidad de rescatar, crear o construir la propia historia, dañándole o interrumpiéndola de manera arbitraria y con intereses acotados de una suerte de casta aristocrática criolla corrupta con fuertes lazos políticos.
Ya me ha tocado, por azares de la vida o porque debes seguir aprendiendo, que la defensa de nuestra zona, región o territorio no es por capricho, es por temor a que lo que hemos conocido no sea más, por decisiones obtusas de los gobernantes de turno que han caído en un espiral de corrupción y errores que no merecemos, donde el capital campea asumiendo el rol que el estado es incapaz de asumir, subyugado al poder económico o al servicio del los que mandan o gobiernan el mercado olvidando a menudo la representación popular por simple ego o vanidad.
No obstante, con esperanza hoy vemos como la ciudadanía en movimiento presenta una posición respecto de la imposición de negocios privados en su territorio. La urgente necesidad de organizarse surge de la mano de un llamado a la inclusión en donde la visión local del desarrollo es una obligación cuando los negocios se proponen en bienes nacionales y sus consecuencias absorbidas por las comunidades locales.
Por años hemos debido observar como familias vecinas al CFI Nueva Aldea en la comuna de Ranquil se han visto afectadas de manera directa, cambiando la forma de vida de aquellos que viven o vivieron en torno a esa planta y su ducto de descarga al mar. Contaminación de agua, malos olores, ruidos, accidentes, son solo algunos de los temas que han debido enfrentar las comunidades cercanas por años y tuvieron que acostumbrarse a la empresa, a su infraestructura, a su negocio, a la intervención ambiciosa de una industria altamente intensiva que antes descargaba sus desechos al río Itata y que ahora lo hace al mar en el sector de Boca Itata, con un mega ducto infernal en el océano. No se puede tolerar que una empresa predomine por sobre la autoridad local, pero, así es.
No a las Salmonera en Ñuble y Biobio
Desde fines de 2015 que se ha sabido del intento de una empresa pesquera (Pelicano S.A.) de introducir peces exóticos no nativos en balsas jaula para la cría de salmones, cojinoba y mitílidos en el borde costero de la provincia de Ñuble. Aun en evaluación en el SEA Biobio esperamos conocer las respuestas que obliguen a bajar el proyecto y evitar ingreso de esta industria en la zona. A ello se suma una decena en Biobio y otros tantos en Maule comienzan sondeo.
Recientemente, hemos conocido de que la empresa (Pelicano) pidió plazo hasta 2017 para poder responder a las observaciones y cuestionamientos del proyecto. Esto es importante porque se gana tiempo (tanto para empresa como para las comunidades locales) y demuestra que la organización ciudadana, en distintos frentes, es fundamental para la defensa del territorio y el respeto de los habitantes locales. 
Uno de los argumentos es que la empresa debió haber presentado un Estudio en vez de una Declaración de Impacto Ambiental cuestión que le permitió, en la presentación, fraccionar el proyecto. Nosotros, como muchas otras personas y organizaciones, apoyamos ese argumento porque entendemos que las unidades o proyectos individuales presentados como Declaración son prácticamente clones de las otras unidades productivas en un mismo espacio geográfico, presentados en el mismo periodo de tiempo y con el mismo titular resultando obvio que es un solo y gran proyecto.
Respecto del impacto que la Acuicultura a mar abierto puede ocasionar es bastante negativo conociendo la problemática reciente en el sur de Chile, en la isla Chiloe y Archipiélago Patagonia se produjo una alta mortandad de salmones en centros de cultivos por la super floración de algas nocivas (FAN) debido, básicamente, a que la contaminación del agua debido al exceso de alimento y residuos fecales puede contribuir a la eutrofización de los lagos, fiordos y áreas costeras.
Para controlar la calidad del agua en las áreas acuícolas también es necesario aplicar políticas para otros sectores como el forestal (ya que el potencial para el cultivo de salmones es mayor en lagos rodeados de cuencas fluviales arboladas), la agricultura cuyos escurrimientos de nutrientes afectan la calidad del agua, por lo tanto, necesita políticas globales e intersectoriales. La acuicultura chilena ha hecho un amplio uso de los antibióticos; en 2003 se establecieron normas con las que se comenzó a controlar su uso. Los escapes accidentales de salmones adultos desde las balsas jaula marinas a los ecosistemas acuáticos aun no se han evaluado. Es necesario prestar especial atención a la demanda creciente de harina de pescado para la salmonicultura, que podría ejercer presión sobre algunas poblaciones de peces marinos (anchoveta, jurel, sardina, entre otros), aun cuando estas poblaciones están sujetas a los límites máximos de captura. Han surgido conflictos locales entre el cultivo industrial del salmón y la industria turística, aunque se sigue trabajando para completar la delineación de las áreas que se consideran apropiadas para la acuicultura.
Es urgente poder ver estrategias multidisciplinarias de protección de nuestra zona para evitar que el modelo de desarrollo económico local se imponga desde afuera. Para ello la organización civil o ciudadana hoy es más urgente y necesaria que nunca para la exigencia de una visión de futuro compartida desde los habitantes de nuestro territorio.