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miércoles, 3 de abril de 2019

Carta abierta a los reyes de Noruega durante su visita al territorio ancestral de las comunidades Kawésqar

“Denunciamos que nos encontramos frente a un asalto a la Patagonia sudamericana, -uno de los últimos paraísos existentes de la biodiversidad marina del planeta-, con el objetivo de criar de manera intensiva e industrial y exportar millones de salmones a los mercados internacionales, actividad que generó 5 mil millones de dólares el 2018″.
Carta abierta a los reyes Harald V y Sonja de Noruega durante su visita al territorio ancestral de las comunidades Kawésqar, Patagonia Sudamericana. 

Estimados Rey Harald V y Reina Sonja de Noruega.
Sean bienvenidos al territorio ancestral del Kawésqar Waes en el contexto de la celebración de los cien años de cordiales relaciones entre los pueblos de Chile y Noruega. Nuestra presencia y cultura en los canales patagónicos suroccidentales datan de hace 6.000 años. Hasta fines del 1800´s, habíamos vivido en armonía con la Naturaleza, situación que cambió brutalmente y se extendió hasta las primeras décadas de 1990, cuando se implementó un proceso de genocidio sistemático y de posterior asimilación cultural, impulsada por los Estados de Chile y Argentina, en beneficio de inversionistas y propietarios ganaderos, mineros y cazadores, tanto chilenos como extranjeros, con el fin de apropiarse de nuestros vastos territorios y riquezas naturales.
A comienzo del siglo XXI vemos junto a las Comunidades Yaganes que este ciclo se vuelve a repetir, intentando implementar la fase terminal de la asimilación económica, social y cultural de nuestros pueblos canoeros, proceso que cuenta con la complicidad y el activo apoyo político y financiero del Estado chileno y sus funcionarios regionales.
Este proceso busca “despejar” la región de Magallanes de nuestras comunidades, tal como hace 100 años lo efectuaron los estancieros ganaderos y las empresas productoras y exportadoras de carne y lana ovina.
Esta vez, la salmo-industrialización forzada de la Patagonia busca dejar abierto y disponible los vastos territorios marino costeros, fiordos, lagos y ríos, y las fuentes naturales de agua dulce a las billonarias inversiones de grupos familiares-empresariales nacionales y compañías transnacionales nórdicas, asiáticas y europeas, con objeto de duplicar la actual producción de salmones exportable desde Magallanes al 2014, y lograr la mesiánica y ambientalmente destructiva meta de alcanzar una producción nacional de 1,2 millones de toneladas de salmón exportable para el 2032, lo que convertiría a la Patagonia sudamericana en la principal región productora y exportadora de salmones industriales del planeta.
Hoy, los antiguos estancieros, mineros y cazadores de ballenas, nutrias y lobos marinos, han sido reemplazados por un pequeño número de mega compañías salmoneras integradas al sistema financiero internacional en alianza con transnacionales noruegas, japonesas, chinas, canadienses y europeas, las que se están apoderando de los territorios costeros, de nuestro Kawésqar Waes (Mar Kawésqar), recursos naturales (especialmente agua dulce, pesquerías y mano de obra local) y de nuestro patrimonio cultural.
Denunciamos que nos encontramos frente a un asalto a la Patagonia sudamericana, -uno de los últimos paraísos existentes de la biodiversidad marina del planeta-, con el objetivo de criar de manera intensiva e industrial y exportar millones de salmones a los mercados internacionales, actividad que generó 5 mil millones de dólares el 2018.
Al igual que lo ocurrido con la expansión ganadera de los siglos XIX y XX, este genocida proceso en lo físico y cultural y destructivo en lo sanitario y ambiental, se basa en la imposición de un excluyente modelo de ocupación de nuestros territorios y la introducción de un monocultivo industrial de especies de peces carnívoros introducidos desde el hemisferio norte a las prístinas y vulnerables aguas de la patagonia chilena y argentina.
Para ello se han cometido errores y horrores, tales como que el Estado chileno eliminó el 2017 la protección ambiental de las aguas circundantes al recién creado Parque Nacional Kawesqar, uno de los mas extensos de la Patagonia chilena. Esto ocurrió para permitir y asegurar la entrega de nuevas concesiones salmoneras industriales, sin respetar nuestro rechazo absoluto a esta colonial medida impuesta desde la centralista administración de Santiago de Chile, lo cual dejamos por escrito durante la Consulta Indígena efectuada en Puerto Natales, región de Magallanes, en octubre del 2017.
Evidencia de la absoluta impunidad con que opera la industria salmonera, lo que ha convertido  a la región de Magallanes en un verdadero “far west austral”, se estableció con apoyo del Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), un contaminante vertedero de lodos provenientes de las pisciculturas de salmón a tan sólo 15 kms del Parque Nacional Torres del Paine, declarado por la Unesco en 1978 como Reserva de la Biósfera, y por el National Geographic, como uno de los 5 lugares silvestres mas hermosos del planeta.
Los ciudadanos, pescadores artesanales, pequeños agricultores, pobladores y comunidades de canoeros nómades Kawesqar, somos directamente afectados por el actual establecimiento de plantas procesadoras y centros de cultivo industrial de salmones destinados en un 98% a la exportación.
La expansión de los monocultivos industriales de salmón y sus prácticas destructivas en nuestros territorios, están provocando un profundo daño. Así lo evidencia la existencia de 168 centros de cultivos en condiciones de anaerobiosis,- falta de oxígeno disuelto en las aguas adyacentes a las balsas-jaulas, consecuencia de la contaminación orgánica proveniente de las fecas y alimento no consumidos, que caen al fondo marino. Esto mata la existencia de vida marina autóctona en las columnas de agua en los alrededores de los denominados “barrios de concesiones de salmonicultura”.
En septiembre de 2016, la Contraloría General de la República emitió los informes provenientes de dos auditorías realizadas al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca). Estas confirmaron que el 53% de los criaderos industriales de la Región de Magallanes presentaba ausencia de oxígeno en el perímetro de estos cultivos industriales. También los masivos escapes de salmones introducidos desde los centros de cultivo, están dañando los valiosos y únicos ecosistemas y la biodiversidad acuática de la patagonia.
La visita de carácter diplomático, geo-político y empresarial de la delegación noruega nos genera temor sobre cuál será el futuro de los territorios y culturas ancestrales de la Patagonia sudamericana. Somos indígenas milenarios, estando nuestra supervivencia en juego. Por ello, no concebimos que Noruega, una sociedad desarrollada, que respeta al medio ambiente, el mar, los derechos de sus ciudadanos/as y de los pueblos originarios, permita que sus empresas de ultra mar apliquen dobles estándares ambientales, sanitarios, laborales y sociales con los ciudadanos, comunidades locales y pueblos originarios que habitan el extremo sur de América Latina.
Llamamos a las organizaciones ciudadanas y accionistas de Noruega, Suecia, Dinamarca e Islandia que tienen fondos en la industria salmonera a prestar atención a lo que está sucediendo en territorio patagónico de Chile y Argentina, y apoyar la campaña de boicot al consumo y compra de salmón químico industrial, prefiriendo las producciones naturales y locales provenientes de la pesca artesanal regulada y sustentable.
Estimado rey Harald V y reina Sonja, si la industria transnacional productora y exportadora de salmón de cultivo tuviese un cielo este se ubicaría en Noruega. Y si tuviese su correspondiente infierno éste sin duda se ubicaría en el sur de Chile.
Fuimos y somos pescadores, cazadores y recolectores de pequeña escala. Nuestro estilo de vida y cosmovisión se basa en el mar, y la gran variedad de vida silvestre existente en los cientos de canales y fiordos de la Patagonia.
Esperamos que nuestra posición sea tomada en cuenta por Uds, y la señora embajadora de Noruega en Chile, de manera que el mal comportamiento de algunas empresas salmoneras de capital nórdico, no sea una amenaza para los 100 años de pacífica, afectuosas y creativas relaciones entre los pueblos de Chile y Noruega.
Comunidades Kawesqar por la Defensa del Mar

lunes, 11 de febrero de 2019

Exposición Fotográfica "Mar Muerto" | Una Mirada para No Olvidar #Reedición


Les dejamos cordialmente invitad@s a visitar la exposición de 15 fotografías de amplio formato del fotógrafo y activista ambiental Daniel Casado Bissone que representan una mirada para no olvidar el desastre ambiental ocurrido en mayo de 2016 ("Mayo Chilote"), que afectó a comunidades de Chiloé, a nuestro medio ambiente y ecosistemas marinos. 

Daniel Casado
BIO | Daniel Casado Bissone | Expositor 

Daniel Casado es fotógrafo y videógrafo medioambiental con experiencia en el área documental y de comunicaciones.
Dentro de las instituciones con las que ha colaborado se encuentran: Fundación MERI (Patagonia norte), Parque Etnobotánico OMORA (Patagonia sur), y ONGs en los EE.UU. entre ellos Chewonki Foundation, Maine Woods Forever, y Maine Farmland Trust.
Ha realizado proyectos audiovisuales en Sudamérica y Estados Unidos y actualmente se desempeña como Director de DC Photo y como fotógrafo y productor de Seedlight Pictures  (http://www.seedlightpictures.com).
Daniel es miembro activo de la Unión de Fotoreporteros de Chile y activista de causas ambientales.

CHILOÉ, Desastre Presente
En mayo de 2016 se suscitó uno de los desastres más graves del último tiempo impactando directamente a los trabajadores de la pesca artesanal y poniendo en jaque a la industria pesquera intensiva de gran escala. 
La crisis del salmón, derivada de una mortandad masiva de salmones de centros de cultivos en distintos puntos del archipiélago Patagonia y su posterior traslado por empresas pesqueras industriales provocó el depósito de miles de toneladas de salmones muertos en el océano Pacífico por una floración de algas nocivas (FAN;Bloom), y que hasta el día de hoy, ha ocasionado un profundo impacto en la economía, tradición y medioambiente del sur de Chile.

AMENAZA, EN Ñuble y Biobío
Desde fines de 2015 comienza una ofensiva de la industria pesquera de alta intensidad de expandir sus centros de cultivos a aguas apropiadas para la acuicultura (AAA) en mar abierto en la región de Ñuble y región del Biobío. Como así también, la existencia de concesiones marítimas en trámite en la región del Maule. 
El impacto o daño, básicamente, sucede por la presión y deterioro constante a los que ha sido sometido el fondo marino en zonas concesionadas, desde el estado a privados, por procesos derivados de la industria.
Al no poder reiniciarse los ciclos productivos del salmón, por incapacidad del ecosistema acuático de recuperarse naturalmente; necesitando ventanas de descanso cada vez más extensas, por la falta de oxígeno producto de la eutrofización del fondo marino. Por ello, las concesiones marítimas no pueden ser reutilizadas aunque permanezcan vigentes y, por ende, podrían ser revocadas.
La amenaza entonces proyecta, a través de varias de decenas de proyectos, la instalación de pesquerías industriales de alta intensidad en Mar de Ñuble, punta de lanza y abrelatas para la imposición de un modelo de negocio de lucro privado que afecta directamente la calidad de las aguas, cultura local y vocación natural del territorio.
Identificada la amenaza surge un movimiento ciudadano obligado a reaccionar, a organizarse, exigiendo respeto y se dispone por la defensa territorio desde las virtudes existentes. Todos Somos Cobquecura es la representación de los que consideran la zona y sus ventajas desde una perspectiva distinta donde se valoren las condiciones y virtudes del territorio, construyendo identidad en el proceso y entendiendo la preservación como un factor de inversión de largo plazo.
Junto a Daniel Casado y Todos Somos Cobquecura les damos la bienvenida a “Mar Muerto”.
Para que no se repita la historia.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Granjas Marinas: Una sola dimensión de la "Industria Top" (Basura)

@vigilantecosta
Hace unos días atrás se contactó con nosotros, a traves de la internacional alianza Waterkeeper, un marino de nombre Carlos que habita dentro de un grupo de 26 pequeñas islas llamadas Butachauques, en una de las maravillosas islas del archipiélago de Chiloé.
Carlos ha navegado por más de 50 años por los mares del mundo y el motivo de su contacto es relacionado con la situación que le ha tocado vivir con las "fábricas" de salmón en los últimos años, señalando que "nuestro mar y casi todas las líneas costeras de estas islas están fuertemente invadidas con basura y material plástico. Todo proviene de las balsas industriales con millones de salmones. Después de las tormentas o vientos fuertes en invierno, la costa se convierte en un gran punto de basura".
Junto a su denuncia y llamado de atención, Carlos, denota tristeza frente a una situación que, incluso promoviendo y participando en actividades de limpieza en playas y costas junto a su comunidad, la cantidad de desechos y basura aumenta año tras año. Señalando que "tengo claro que la limpieza no es la solución. Necesitamos tomar acciones concretas y legales contra todas las fuentes de contaminación para detenerla para siempre".
Uno de los aspectos claros respecto de esta creciente y lamentable problemática en los mares del sur es la contaminación antropogénica que, a traves de imágenes satelitales (investigación U. de Chile), evidencia que el daño es, directamente, provocado por la actividad humana instalada y el negocio de la salmonicultura intensiva existente y que tiene a Chile como el segundo productor mundial de salmones. El estudio detectó cerca de 30 toneladas de basuras por medio de las imágenes satelitales. 
Por nuestra parte, haremos lo posible para poder colaborar y ayudar a que este problema asociado a la industria del salmón se visibilice y exponga de manera franca y abierta. Como así tambien, todas las otras dimensiones (ver: Industria salmonera ¿Un nuevo agente corruptor de la pesca artesanal? (parte 1) y La salmonicultura chilena es hija de la dictadura y de su proyecto (Parte 2)) de esta industria que, desesperadamente, busca la expansión a aguas que soporten su nefasto negocio dado que muchas concesiones del Archipiélago Patagonia se encuentran colapsadas y su mantención es inviable obligando a la industria a moverse hacia al sur y el norte evidenciando el gran impacto al ecosistema marino y su permanente estado de experimento en aguas nacionales.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Estuvimos en Conversatorio Reflexivo en Chanco sobre Salmoneras

@vigilantecosta | Fotos: Sergio Pacheco

El martes 30 de noviembre nos reunimos en el Museo de la Reconstrucción, en la hermosa localidad de Chanco, invitados desde la municipalidad local para poder participar y exponer en un Conversatorio Reflexivo ante el intento de posicionar centros de cultivos acuícolas (Salmoneras) en costa centro sur de Chile.

En la ocasión, pudimos informar a los asistentes respecto de las características y externalidades que este tipo de proyectos poseen, tanto para el medio ambiente marino, como así también, para las comunidades cercanas, conocida la experiencia en el extremo sur del país y el largo y negro prontuario que esta industria tiene en regiones australes, siendo Chile el segundo productor mundial de salmón con exportaciones cercanas a los 5 mil millones de dólares en 2017 y, sin embargo, la región de Los Lagos, corazón de la industria, tiene altos índices de pobreza evidenciando una problemática social y ambiental a más de 40 años de la instalación de la industria en las regiones australes del país.
En esta oportunidad, recalcamos la importancia de la movilización y organización local, recordando la experiencia del Movimiento de Acción Ciudadana Pro Defensa del Maule Costero y su relevancia en el rechazo del proyecto Termoeléctrico Los Robles que, desde 2008 a 2016, terminó por hacer caer el proyecto de la multinacional AES Corp y su filial Gener, en Punta Pacoco, comuna de Constitución, recordando la experiencia chanquina en este movimiento y su importancia como ejemplo para otros movimientos o conflictos sociales en el país. En ese sentido, destacamos también la importancia que Todos Somos Cobquecura (TSC) ha tenido, precisamente, como organización y movimiento ciudadano que se ha opuesto, desde 2015 a la fecha, a una serie de proyectos que se quieren imponer en la zona por una empresa privada (Inversiones Pelicano). TSC se ha convertido en un verdadero ejemplo para muchas comunidades costeras desde Maule, Ñuble y Biobío. Han logrado organizarse como un bloque de defensa que involucra a Comités de Defensa del borde costero en Boca Itata, Mela, Colmuyao, Taucú, Cobquecura y Buchupureo para prevenir y proteger la zona desde la legítima visión y perspectiva local. En esta ocasión, Chanco tambien se pone en alerta y se suma al rechazo de este tipo de inversiones privadas en bienes públicos en desmedro de la vocación turística sustentable natural que el territorio posee, que se debe poner en justo valor y ante todo proteger como patrimonio de todos.
Recientemente, se ha cumplido el segundo plazo (31 de octubre) de entrega de Adenda (información adicional) por parte del Titular (I. Pelicano). En el siguiente enlace un resumen con los enlaces respectivos al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)

Situación Actual de Proyectos de Centros de Cultivos Acuícolas en Costa de Ñuble

#resumen #SEIA @vigilantecosta #editado
"El 31 de Octubre de 2018 se cumplió el segundo plazo otorgado por el Servicio Evaluador de Ñuble (SEIA; antes Biobío) al Titular Inversiones Pelicano en relación a proyectos acuícolas en costa de Ñuble. A continuación un detalles y acceso a Fichas de los proyectos y sus respectiva situación actual. Cabe mencionar que existen 3 centros desistidos por el titular, más uno que ya fue rechazado con anterioridad por el ente evaluador de forma unánime (Rinconada Pullay, 9 de octubre. 11 -0 votos) de Ñuble. 6 Adendas fueron ingresadas por el Titular con fecha 31 de octubre de 2018".
Al día de hoy (10 de noviembre) se informa que seis proyectos de centros de cultivo se mantienen en trámite, vigentes y en evaluación (Punta Purema, Santa Rita 1, Monte Zorro, Santa Rita 2, Colmuyao y Mela). Centro proyectado "Perales" no se ingresó adenda al 31 octubre de este año (se da por desistido). También ocurre situación similar al no ingresar adenda (al 31 de nov.) por parte de proyecto ubicado en comuna de Coelemu por el mismo Titular.
  1. Adenda en respuesta a la Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones a la Declaración de Impacto Ambiental del Proyecto "Centro de Cultivo. Suroeste de Punta Purema. Pert 211 081 061"
  2. Ficha del Proyecto: Centro de Cultivo. Oeste de Estero Perales. Pert 211 081 058 (No hay Adenda ingresada con fecha hoy 1 de noviembre de 2018)
  3. Ficha del Proyecto: Centro de Cultivo. Oeste de Mela. Pert 211 081 059 (DESISTIDO) 
  4. Ficha del Proyecto: Centro de Cultivo. Noroeste de Cobquecura. Pert 211 081 064 (DESISTIDO)
  5. Adenda en respuesta a la Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones a la Declaración de Impacto Ambiental del Proyecto "Centro de Cultivo. Suroeste de Punta Santa Rita, Sector 1. Pert 211 081 063." Solicitud de Evaluación de Adenda
  6. Adenda en respuesta a la Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones a la Declaración de Impacto Ambiental del Proyecto "Centro de Cultivo. Oeste de Punta Monte del Zorro. Pert 211 081 068" Solicitud de Evaluación de Adenda
  7. Ficha del Proyecto: Centro de Cultivo. Oeste de Punta Achira. Pert 211 081 056 (DESISTIDO) 
  8. Adenda en respuesta a la Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones a la Declaración de Impacto Ambiental del Proyecto "Centro de Cultivo. Suroeste de Punta Santa Rita, Sector 2. Pert 211 081 067"
  9. Adenda en respuesta a la Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones a la Declaración de Impacto Ambiental del Proyecto "Centro de Cultivo. Noroeste de Río Colmuyao. Pert 211 081 055"
  10. Adenda en respuesta a la Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones a la Declaración de Impacto Ambiental del Proyecto "Centro de Cultivo. Oeste de Punta Mela. Pert 211 081 065"

martes, 30 de octubre de 2018

La salmonicultura chilena es hija de la dictadura y de su proyecto

En esta entrevista, hablamos con Juan Carlos Cárdenas, médico veterinario de la Universidad de Chile y director del Centro Ecocéanos, quien desde una perspectiva técnica y con un marcado activismo, aborda los impactos de la industria del salmón en Chile y delinea ciertos caminos y propuestas para el accionar de las comunidades costeras. Ignacio Fouilloux, Fundación Decide 

"La industria del salmón llegó a Chile con 3 promesas: ser una alternativa a la sobreexplotación pesquera, ser una fuente de alimentación de alta calidad biológica, además de barata. Y, en tercer lugar, ser una industria respetuosa de los derechos de los trabajadores. 40 años lleva la salmonicultura desarrollándose, y ninguna de las 3 promesas se ha cumplido."

Por Juan Carlos Cárdenas 
¿Cómo fuiste desarrollando tu activismo contra la industria del salmón? 
  • Soy descendiente de chilote, y por ello he mantenido un vínculo con las tierras australes. Más tarde, comencé a estudiar veterinaria en la Universidad de Chile, con miras a aplicar mis conocimientos en comunidades. Estando en la universidad, participé en la formación de la Agrupación Cultural Universitaria (ACU), que funcionó como un espacio de reunión, de reflexión política, de actividades de extensión cultural, y que, a fin de cuentas, en periodo autoritario, intentó mantener vivo el espacio universitario y la organización estudiantil. Más tarde, formamos en Antumapu los talleres de ecología, lo que coincidió con la llegada de un agrónomo francés Michel Etienne. Él generó un cambio absoluto, pues llegó con nuevas ideas desde Francia, como las formas alternativas de producción, el ecologismo, etc. Posteriormente, y en una modalidad más militante, ingresé al Comité de Defensa de la Flora y Fauna (CODEFF), que era una pequeña organización de resistencia a las políticas de la dictadura y sus impactos negativos en el medio ambiente. A partir de esta organización, me empecé a involucrar con los mamíferos marinos, pues realicé mi tesis en ello y era un área inexplorada desde el punto de vista de la conservación. Consideraba que los mamíferos marinos eran el emblema de todas las consecuencias de la expansión extractivista en dictadura, como la pesca industrial, por ejemplo. Posterior a ello, empecé a trabajar con pescadores de la Región de Coquimbo, conocí la Antártica, Juan Fernández, pero siempre vinculado al mundo pesquero artesanal. Me adentré de lleno en la organización de los trabajadores, y en la conservación con las comunidades locales. Más tarde, ingresé a la organización internacional Greenpeace, a una campaña sobre la protección de los océanos. Sentía por aquella época que era una oportunidad para cambiar la visión norteamericana de Greenpeace, y dotarla de contenidos y visiones latinoamericanas. Empezamos a tematizar la democracia, la participación ciudadana, el control social de los recursos naturales. Hubo un cambio de liderazgo en Greenpeace en algún momento, a partir del cual muchos migramos y creamos el centro Ecoceanos, espacio donde pudimos aplicar toda la experiencia adquirida en Greenpeace: el trabajo comunitario, el trabajo de campaña, el trabajo de lobby frente a los gobiernos, etc. Como Ecocéanos nos empezarnos a vincular con los pescadores artesanales, y con la CONAPACH, principalmente. Empezamos a realizar un trabajo híbrido.
¿Híbrido por el hecho de vincular su experiencia adquirida en el trabajo sindical y organizaciones pesqueras artesanales con el “campañismo” de Greenpeace?
  • Exactamente. Desde Ecocéanos, desarrollamos muchos trabajos en América Latina, en cuanto a los impactos de las pesquerías. Tomamos la información nacional e internacional, y hacemos la traducción a las comunidades, para que estas puedan dar un contexto global a las disputas locales. Y avanzar en la gestión colectiva de sus entornos. Las disputas no deben ser, a mi parecer, sólo locales. Deben ser internacionales, pues el poder opera globalizadamente. Las peleas nacionales se tienden a perder, pues el entramado global las estrangula.

Condiciones de instalación de la industria en Chile

Adentrémonos en la industria del salmón, que hace más de 10 años ha sido foco de su activismo ambiental. A modo de contexto, ¿podría hacer referencia a las condiciones políticas, jurídicas y económicas de la instalación y desarrollo de la industria del salmón en Chile?
  • Lo primero es decir que la salmonicultura chilena es hija de la dictadura y de su proyecto: aumentar la inversión extranjera y abrir el país en el uso y explotación de sus recursos. La industria salmonera se desarrolló bastante en dictadura a partir de la entrada de compañías noruegas y japonesas, las que empezaron a comprar los pequeños emprendimientos salmoneros chilenos, que, con apoyo del Estado, habían emergido previo a los años ochenta. En plena dictadura militar, el camino estaba marcado: había condiciones biofísicas en las aguas australes para el cultivo de salmones, había apoyos financieros, había un acceso a miles de toneladas de harina de pescado para alimentar salmones, había acceso gratuito al agua dulce y el borde costero, había condiciones tributarias favorables, había mano de obra masiva, barata y no sindicalizada disponible, había subsidio a la mano de obra, pues las empresas se ubicaban en zonas extremas, y el país estaba abierto a los mercados internacionales. Estaban todas las condiciones para el despegue de la salmonicultura. Muchos de los empresarios pesqueros de la Región del Biobío se dieron cuenta de que en esta industria había una oportunidad de negocio, pues podían transformar sus pescados en “peces de lujo” exportables. Por ello, muchos de ellos invirtieron en este rubro. Ya entrando en los años noventa, la industria creció exponencialmente, llegando hasta el año 1994, donde Chile ya era el segundo productor mundial de salmón de cultivo, luego de Noruega. Desde la década de 90´, la industria productora de salmónidos de cultivo se convirtió en uno de los principales sectores de la economía exportadora de Chile, después de la minería, la actividad forestal, la pesca y la agricultura intensiva. De esta manera, a la industria del salmón no se la puede comprender sin el Estado, pues no es una industria pujante por la acción única de las iniciativas privadas.
La salmonicultura se ha desarrollado con el camino que le ha pavimentado el Estado, el que, por lo demás, ha activado salvatajes en las múltiples situaciones de crisis que ha padecido la industria.
  • Exactamente. El Estado ha apoyado con ordenamientos jurídicos, con infraestructura, con subsidios, luz verde en el acceso a recursos naturales. La mayor crisis que ha habido es la del virus ISA, entre el 2007 y el 2009, generando un gran shock laboral en Chiloé por los despidos masivos, y devastándose, además, a la industria por la pérdida de 350.000 toneladas de salmón atlántico. Hubo una pérdida de 26.000 empleos regionales tras la crisis del ISA. La industria estaba, en aquella época, alcanzando un peack de 800.000 toneladas, siendo el objetivo llegar a 1.000.000 de toneladas anuales, objetivo que, sin dudas, hubiera sido alcanzado si no fuera por la propagación del virus ISA. Todo esto implicó para el rubro un costo de 5 billones de dólares, que, en parte, lo asumió el Estado: tuvo un salvataje estatal de 450.000 millones de dólares, que el Estado se los puso en el bolsillo a las grandes empresas, para que no quebraran. Dinero con aval del Estado, que hasta el día de hoy no ha sido devuelto.
  • La segunda crisis fue financiera, en el 2014 y 2015, fue consecuencia de una sobreproducción de salmones, que hizo caer los precios internacionales. Cuando hay escasez, suben los precios internacionales, y ahí la industria empieza a producir de forma desregulada, multiplicando sus ganancias. Luego, se va saturando ese mercado, y comienza un nuevo ciclo. Esta es una industria cíclica y variable, según el compás de las tendencias de los mercados internacionales.
  • La tercera crisis es la que acaba de ocurrir, en el 2016, con el Bloom de algas tóxicas, que generó una mortandad de 27 millones de salmones. Como sabemos, esa mortandad, con autorización estatal, se vertió en las aguas de Chiloé. Ante esto, se organizó la llamada “Comuna de Chiloé”: Por 18 días, la comunidad de Chiloé se tomó su isla, cortó los accesos, empezaron a deliberar en las asambleas sociales sus temas y no los que le imponía el Estado, la industria ni los partidos políticos. Silenciosamente, hace tres años atrás, la industria llegó a 940.000 toneladas, aprovechándose de que el precio internacional del salmón, luego de la crisis socioambiental de Chiloé del 2016, estaba altísimo, dado que cayó en un 20% la producción de salmón chileno.
Por lo tanto, hasta las situaciones de crisis ambientales y económicas la industria salmonera las suele gestionar a su favor, haciendo crecer sus utilidades.
  • Luego de la crisis del año 2016 en Chiloé, nunca la industria había tenido precios internacionales para el salmón tan altos, superando los 7 dólares por libra de salmón. Por lo tanto, cada crisis opera en favor de la industria. La industria se reorganiza, se concentra más, y también elimina mano de obra que ya no le es funcional. Ahora requiere trabajadores más capacitados, pero tampoco está dispuesta a pagar mayores salarios. Los empresarios están pidiéndole al Estado que les coloque la diferencia, y con eso los trabajadores ganan lo que ganan. Las empresas pagan el sueldo mínimo.
Entonces, el proyecto “desarrollista” de la industria del salmón no sólo es imposible sin el apoyo estatal, sino que, además, no logra cumplir con las “promesas” de empleo digno.
  • En los ochenta, la industria del salmón llegó a Chile con 3 promesas: en primer lugar, iba a ser una alternativa a la sobreexplotación pesquera, pues ahora los peces se cultivarían, no se extraerían. En segundo lugar, iba a ser una fuente de alimentación de alta calidad biológica, y, además, barata. Por lo que contribuiría a la lucha contra la desnutrición y malnutrición. Y, en tercer lugar, iba a ser una industria respetuosa de los derechos de los trabajadores, con trabajo decente, por ser una industria con capitales noruegos. Se sostenía como una industria amigable y sustentable. 40 años lleva la salmonicultura desarrollándose, y ninguna de las 3 promesas se ha cumplido. Con respecto a lo primero, es un elemento más de presión a las poblaciones pesqueras, pues se extraen peces para generar la harina de pescado con lo cual se alimenta a los salmones. Y es una industria que, además, se espera duplicar para el 2030 en Chile. Con respecto a lo segundo, en cuanto a la alimentación, el 98 % de la producción de salmón y trucha en Chile se exporta. Aquí queda solo el 2%, pues Chile es un mero enclave productivo que está armado en función de los requerimientos de la demanda internacional. Por lo tanto, no se garantiza la alimentación nacional. Y con respecto al último punto, en cuanto a trabajo decente, puedes ver que, en territorios salmoneros, la mayoría está en la línea de la pobreza, los salarios se inflan a costa de bonos de producción, que implica la explotación de los trabajadores. La mayor parte de los trabajadores está ganando, en promedio, 400.000 mil pesos al mes, en zonas que son caras. Además, con las crisis sucesivas, se generan despidos de trabajadores, por lo que tenemos un ejército de cesantes en la Décima Región, que es la mano de obra disponible y que mantiene los salarios bajos. Y finalmente, abundan los llamados contratos por “obras y faenas”, o sea, eres contratado por 3 o 4 meses, en temporada de cosecha de salmón, y luego eres despedido, obligado a migrar a otros rubros y luego volver.
Estas tres promesas, incumplidas a su parecer, son posicionadas con relatos épicos de parte de la salmonicultura. La investigadora chilena Beatriz Bustos habla en un artículo acerca de un discurso realizado en el año 2008 por César Barros, quién fue presidente de Salmón Chile, el gremio empresarial de la industria. Barros señaló en dicha instancia que la historia de los “salmoneros” en el sur de Chile es homologable con la historia de Pedro de Valdivia, por embarcarse en los ochenta a un negocio incierto y desconocido. Finaliza diciendo “Somos del sur, sabemos de tempestades y mares difíciles, ¡Somos salmoneros!”.
  • Totalmente de acuerdo. La industria cree tener misión evangelizadora. Vez que hablas con empresarios salmoneros el discurso es el mismo: “traemos desarrollo y modernidad a comunidades que estaban fuera de estos procesos”. Son una suerte de “evangelizadores de la modernización”. Un dirigente salmonero, en un discurso tras el virus ISA, dijo: “La industria no es culpable de nada aquí. Todo lo contrario, trajimos el desarrollo a ustedes que vivían en la Edad de Piedra”. Queriendo decir, en el fondo, que vinieron a sacar a los chilotes de las cavernas.

Impactos de la industria del salmón

Hablemos sobre los impactos ambientales, económicos y sociales del despliegue de la industria del salmón en territorios como Chiloé, Aysén y Magallanes. En el fondo, ¿qué se encuentra bajo el “milagro económico del salmón”, que con tanta rimbombancia ha sido alabado por la élite política y económica?
  • Los impactos son innumerables y de gran magnitud. Sólo en términos ambientales, puedo reseñar varios. Hay una pérdida de la calidad de las aguas debido a la contaminación química y orgánica donde se instala la industria. Contaminación en el borde costero, en ríos y lagos. Hay contaminación orgánica por al fecas de los salmones concentrados en altas densidades en los centros de cultivo, y, además, contaminación por los alimentos no consumidos, lo cual se decanta en los fondos marinos. En segundo lugar, se introducen enfermedades exóticas, virales, bacteriales y parasitarias. En 25 años, la industria ha introducido más de 20 enfermedades en las aguas del país, principalmente a partir de la importación de ovas contaminadas de países como Islandia y Noruega. Por falta de sistemas de control eficientes, tenemos estas 20 enfermedades que ya no se van y se incorporaron al patrimonio acuático nacional. Por otra parte, se encuentra el empleo indiscriminado de antibióticos, antiparasitarios, antifúngicos, pinturas antifouling y desinfectantes. Todo este cóctel va a parar al medio marino, teniendo un impacto destructor sobre las especies filtradoras, de las cuales depende la pesca artesanal y las comunidades para su actividad económica y su alimentación. La industria del salmón genera, además, periódicos escenarios de florecimientos algares tóxicos, pues los salmones generan esta contaminación orgánica por concepto de fecas y alimentos, lo que se descompone y aumenta la cantidad de fósforo y nitrógeno, que son los gatillantes de la floración de algas tóxicas. Si esto se une con el cambio climático, el aumento de la temperatura del agua, el aumento de la radiación, el aumento del oxígeno en el agua, se acentúa el florecimiento algal nocivo (FAN). Otro efecto ambiental es la sobreexplotación de las pesquerías pelágicas para la alimentación de salmón. No olvidar que se requieren entre 3 a 5 toneladas de peces (jurel, anchoveta, sardina), convertidos en harina de pescado, para producir una tonelada de salmón de exportación. Económicamente es una irracionalidad de gastar 3 para producir 1.
Y es irracional desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, además. No tiene sentido emplear especies de pesquerías en riesgo, para producir un “pez de lujo” que no se consume mayoritariamente en Chile, y que no tiene valores nutricionales tan superiores a estas especies nativas.
  • Exactamente. Otro efecto devastador es la alteración de las cadenas tróficas y la destrucción de los ecosistemas locales. Hay escapes masivos de especies carnívoras como el salmón. Ahora último, se escaparon 900.000 ejemplares hacia el seno de Reloncaví. De ello, se ha recuperado sólo el 5,7%. Estos salmones que se escapan consumen las especies locales a destajo, principalmente puye, que es un pez en peligro y endémico del sur de Chile, y que es esencial para la pesca artesanal. Los salmones arrasan con los peces juveniles de róbalo, de merluza, de pejerrey. “Se los hacen chupete”. Además, los salmones escapados, que son especies exóticas y que son una plaga, no se pueden pescar, pues las autoridades no quieren, pues los empresarios salmoneros ganaron en la Corte Suprema una queja que dice que el salmón, aunque escape, es propiedad privada, y por lo tanto los pescadores no pueden acceder a ello. Se está peleando para que se abra una pesquería artesanal de salmón, pero la industria está bloqueando ese proyecto, pues haría caer el precio del salmón en el mercado interno. Finalmente, el último efecto ambiental que quiero comentar es la eliminación de mamíferos silvestres. Esta es una industria campeona en eliminar lobos marinos y aves que van a alimentarse en las balsas de cultivo de salmón. Hay proyectos estatales para permitir la caza de lobos marinos y con ello proteger la industria de estos predadores naturales.
Funcionarios de empresas salmoneras van a las colonias reproductivas a asesinar lobos marinos, tal como lo catastró un estudio realizado por Marcel Claude en el año 2000.
  • Y es una realidad que sigue sucediendo. Van a echar petróleo al agua, para luego prenderlo y quemar lobos. Y lo interesante de ello, es que estamos investigando posibles alianzas de la industria del salmón con la Marina de Chile, pues se ha empleado armamento militar en la caza de lobos marinos. 
¿Podría hacer referencia a los impactos económicos de la industria?
  • En primer lugar, se encuentra la generación de periódicas crisis sociales y laborales, al desbordarse los estándares sanitarios y ambientales. Esto termina con miles de despidos de trabajadores, y con billonarios salvatajes estatales a las empresas. Los subsidios del Estado son permanentes. Estamos investigando el Programa Meso Regional Salmón Sustentable. Entre el 2017 y el 2018, el Estado ha destinado 100 millones de dólares en subsidios a la industria salmonera para sus proyectos. Todo esto se hace a través de CORFO, o de manera opaca. Los que controlan CORFO, desde el gobierno de Bachelet, han sido operadores que han trabajado en la industria salmonera, y que han quedado a cargo del programa de apoyo a la acuicultura. “El gato administrando la pescadería”. En segundo lugar, hay competencia con la pesca artesanal y con los recolectores, al excluirlos del borde costero. En tercer lugar, está la degradación del patrimonio paisajístico. Son impactados todos los operadores de turismo de Aysén, Chiloé y Magallanes. Sobre todo, Magallanes, pues casi la mitad de su actividad depende del turismo.
Por otra parte, hay que considerar las altas tasas de accidentabilidad de la industria del salmón, y las altas tasas de mortalidad de trabajadores por los precarios estándares de seguridad.
  • Nosotros ahora estamos terminando un trabajo, que arrojó que, entre el 2012 y el 2018, ya van 18 muertos oficiales que hemos registrado. También estudiamos el periodo previo a la crisis del virus ISA, que es la mayor etapa de expansión de la industria, habiendo un trabajador muerto al mes. Ahora, como está el proyecto de alcanzar 1 millón 200 toneladas, de duplicar la producción, hay 18 trabajadores muertos oficiales. Son principalmente buzos, por las malas condiciones. Los buzos son los fusibles, los factores más sensibles, pues no están organizados sindicalmente. Chile es el país de todos los productores mundiales de salmones que tiene los más bajos salarios y las más extensas horas de trabajo. Además, la industria viola todos los derechos desde el punto de vista del género, a las “madres salmoneras”. Muchas plantas no tienen salas cunas, por ejemplo.
Sobre todo, una industria tan feminizada como la industria salmonera, en donde cerca de un 60% de los trabajadores de las plantas de procesamiento son mujeres. Ellas son la población más vulnerable a las precarias condiciones laborales de la industria.
  • Además, hay un doble estándar de las compañías transnacionales, de las compañías noruegas. Hay despidos a trabajadoras embarazadas, o de dirigentes sindicales embarazadas, y esta práctica la permite la legislación laboral. Por estos despidos, una vez fuimos a hablar con el embajador de Noruega en Chile, y le preguntamos: “¿ustedes podrían hacer esto en Noruega?”. “Cómo se le ocurre”, me dijo. “Lo hacemos en Chile porque su legislación lo permite”. “Nosotros en Chile somos los mejores chilenos, pues cumplimos al pie de la letra la ley”. “Si quieren que no pase eso, cambien la ley”. Entonces, industrias transnacionales que no pueden hacer eso en sus países, lo vienen a hacer acá. Nosotros, desde Ecoceanos, estamos instalando el concepto de “salmones de sangre”, pues los salmones están asociados a una alta mortalidad de los trabajadores que los producen. Es una metáfora adaptada de los “diamantes de sangre”. Esto lo emplearemos en los mercados internacionales, para que la gente sepa lo que está comiendo o cómo se produce.
Otro tema en torno a la industria y sus impactos negativos, son los perjuicios a la salud humana.
  • Así es. Chile ocupa 700 veces más antibióticos por tonelada que Noruega, siendo que Noruega produce el doble de Chile. Además, nuestro país emplea la mayor cantidad de parasitarios para el combate al calligus, que es el piojo del salmón. Al salmón se le realizan baños en estos químicos, los que luego dan a parar al fondo marino y al cuerpo de los consumidores. También está el uso masivo de pinturas antifouling, que es un biocida para impregnar las redes y evitar la adherencia de especies marinas. Eso es un biocida que está hecho a base de metales pesados, y que se acumula en las aguas. Tienen un impacto en la salud humana, en las comunidades adyacentes a esas áreas. En cuanto a la salud pública está el tema de la resistencia bacteriana en humanos. Chiloé es un laboratorio desde el punto de vista de la resistencia bacteriana, que no ha sido investigado pues al Estado no le interesaba que se supiera esa realidad. Felipe Cabellos Cárdenas, que es un médico que trabaja en el New York Medical College, viene todos los años a Chiloé. Ha aumentado en un 10% de resistencia a escherichia coli, que es el agente de patologías como las infecciones renales y respiratorias en Chiloé, lo que ha sido estudiado en el hospital de Castro. La única fuente de resistencia bacteriana es la industria salmonera.
Fuente nota original: Revista Entorno

lunes, 5 de febrero de 2018

Estuvimos en Clínica de Justicia Ambiental en Cobquecura

Cristobal Bustos - Todos Somos Cobquecura
Hace unos días, estuvimos presentes en una Clínica de Justicia Ambiental de la Universidad Diego Portales en el salón municipal de Cobquecura, donde se expuso el trabajo de estudiantes de derecho y abogados que se han dedicado a representar a organizaciones locales, informando de las acciones legales llevadas adelante y las distintas estrategias o escenarios existentes en relación a la amenaza y riesgo que implica la intención de la empresa pelicano S. A. de instalarse en la costa de Ñuble y Biobío con centros de cultivos flotantes en mar abierto de salmones queriendo, con ello, convertirse en la punta de lanza de una industria experimental en mar abierto, altamente cuestionada, tanto por lo insustentable, como así tambien, por los impactos asociados a la producción y calidad de su producto en mercados o estándares internacionales; por los altos indices de antibióticos presentes. Siendo, además, un modelo de negocio privado que se contrapone, de manera radical, a la legitima visión local que se tiene del territorio en lo que se refiere a destacar y defender sus atributos y virtudes. Privilegiando el desarrollo basado en la conservación y sustentabilidad de sus recursos. Evitando así proyectos de lucro privado en bienes nacionales, riesgosos y contaminantes. Exigiendo una planificación responsable y participativa.
Zona Proyectada - Ñuble
Haciendo un breve resumen del contexto actual, estos proyectos (o el proyecto) fueron ingresados al SEIA a fines de 2015 alcanzando a realizar y presentar al Servicio de Evaluación Ambiental un número considerable de observaciones al proyecto desde particulares y organizaciones de distinto tipo (Juntas de Vecinos, Municipios, Clubes deportivos, de Huasos, ONG's). Esto ha permitido aplazar y solicitar extensión de tiempo por parte de la empresa, en dos ocasiones (hasta octubre 2017 y con una prórroga y nueva fecha de plazo a octubre del presente año), para dar respuesta por parte del titular a cada una de ellas. 
Uno de los puntos que expusieron los abogados es el argumento (expuesto desde un inicio por parte de organizaciones locales) de que es un solo y gran proyecto, de una misma empresa, presentado en un mismo período de tiempo y en una misma área geográfica. Es improbable que el impacto asociado a un centro de cultivo no entre en el espacio de los adyacentes ignorando la sumatoria y su real impacto. Por ello, es evidente la necesidad de un Estudio de Impacto Ambiental que lo establezca conviniendo que una Declaratoria no permite establecer con exactitud la magnitud de esos eventuale impactos.

En esta oportunidad nuevamente estuvo presente Hector Kol, experto acuicola que desde hace años le ha hecho un seguimiento a la industria acuicola intensiva. Kol, miembro del Consejo de Defensa del Borde Costero de Aysén, señala, categóricamente, que "la unica manera de que la industria salmonera no provoque un desastre (ambiental) en la costa de Cobquecura es que no se instale", exponiendo largamente respecto de los impacto que ha ocasionado la industria con su presentación "Desde el escenario del Crimen" en donde expuso parte de su informe "Los Riesgos de la Expansión Salmonera en la Patagonia Chilena" (AIDA).
El fuerte cuestionamiento a la Industria Acuicola intensiva y su necesidad de expansión y explotación permanente de nuevos sitios de aguas prístinas establecen, sobre una base de corrupción evidenciada, la necesidad de establecer mecanismos de organización y defensa desde los territorios donde el rol de la sociedad civil es el eje que puede influir de forma legitima en procesos de inversión o planificación del territorio.

AQUI INFORME: AIDA 
Los Riesgos de la Expansión Salmonera en la Patagonia Chilena
En Chile, la industria salmonera ha crecido rápidamente en los últimos 20 años, a menudo a expensas del medio ambiente, como ha ocurrido en las regiones de Los Lagos y Aysén, donde las granjas de salmón se han establecido firmemente.
En búsqueda de aguas más prístinas, la industria se está instalando ahora en las últimas costas vírgenes del país, en la región de Magallanes, al sur de la Patagonia.
La expansión se está llevando a cabo sin pruebas científicas o estudios serios para limitar la producción a la capacidad de las aguas. Ello podría tener consecuencias catastróficas para los ecosistemas locales, algo que ha generado preocupación entre organizaciones ambientales.
El presente informe, elaborado para AIDA por el biólogo Héctor Kol, con el apoyo de la Fundación Waitt, tiene como objetivo contribuir al entendimiento de los daños actuales y potenciales que la producción industrial de salmón implica para Magallanes. Con esto, se busca también contribuir a la protección efectiva del ambiente acuático-marino de la Región, usando las herramientas legales existentes.
El documento presenta un análisis detallado de la situación de la granjas de salmón en Magallanes, respondiendo a las siguientes preguntas: ¿cuántas existen?, ¿dónde están? ¿cuánto producen y en qué condiciones lo hacen?

jueves, 9 de noviembre de 2017

DECLARACIÓN PÚBLICA | I. Municipalidad de Cobquecura

La I. Municipalidad de Cobquecura informa a la comunidad y a la opinión pública que debido a las consultas planteadas frente al conflicto medioambiental que mantenemos con la empresa Pelícano S.A., que pretende instalar centros de cultivos para salmones y otras especies en las costas de Cobquecura, venimos en señalar lo siguiente:
1.- El Lunes 06 de Noviembre acusamos recibo vía e mail de un documento ORD N° 543, enviado por el Servicio de Evaluación Ambiental SEA, donde se informaba de la presentación de la ADENDA del proyecto “Centro de Cultivo. Noroeste de Punta Rinconada”, hecho por Inversiones Pelícano S.A.
2.- Dicho documento no fue ingresado como es lo habitual, a través de la oficina de partes, sino que fue enviado por e-mail a un correo electrónico municipal.
3.- Una vez tomado conocimiento de este documento, el municipio, tal como se solicitó por parte del SEA, asignó mediante decreto municipal a dos “evaluadores” del proyecto, asumiendo esta tarea César Aguila, encargado de medioambiente del municipio y Juan Barrenechea como asesor.
4.- Junto con ello, los encargados contactaron de inmediato al equipo asesor jurídico conformado por abogados expertos en la materia que nos han estado asegurando, para comenzar a trabajar de inmediato en el documento solicitado, y que será presentado dentro de los plazos establecidos en el oficio señalado.
5.- No obstante, nos llama la atención el hecho que el SEA otorgue un plazo simplificado y breve para dar respuesta a esta ADENDA, el que es de apenas 15 días corridos, aun cuando en ocasiones anteriores este mismo organismo ha extendido plazos mucho más amplios a la misma empresa para responder a las inquietudes y observaciones planteadas, lo que no nos parece que sea un acto de justicia e igualdad ante la ley.
6- Pese a lo anterior, el equipo municipal está trabajando en la elaboración del documento que representa a la comunidad y que será ingresado dentro del plazo señalado por la autoridad.
7.- Como municipio de Cobquecura, éste alcalde junto al H. Concejo Municipal reitera su irrestricto apego a la ley, y una vez más hace demostración del compromiso y defensa del medio ambiente y del borde costero de nuestra comuna, como ha sido la característica de esta gestión alcaldicia en años anteriores, cuando se suscitó el conflicto por el ducto de la Celulosa Arauco, y ahora con el proyecto de centro de cultivo acuícolas.
8.- Hacemos presente que las opiniones entregadas por funcionarios municipales, a través de redes sociales y otros medios de comunicación informales, son a título personal, no son voz autorizada del municipio, y por ende, cualquier comentario que hagan respecto de éste tema, son exclusivamente a título personal, y NO representan a la I. Municipalidad de Cobquecura, la que queda sujeta sólo a la opinión oficial que entrega el Alcalde de Cobquecura Julio Fuentes Alarcón.
9.- Hacemos una llamado e invitamos a las organizaciones medioambientales de Cobquecura a mantenerse atentos y vigilantes, y a preservar la unidad que nos ha caracterizado frente a este enemigo común que es la empresa Pelícano S.A. , evitando de la misma forma especular o crear falsas opiniones acerca del comportamiento del municipio frente a este conflicto.
Julio Fuentes Alarcón

Alcalde I. Municipalidad de Cobquecura
Cobquecura; Noviembre 09 de 2017

lunes, 15 de febrero de 2016

Caminata por el Mar. Todos Somos Cobquecura. Acción Ciudadana


@vigilantecosta
El día 13 de febrero se sumaron cientos de personas en una Caminata por el Mar donde se informo acerca del proyecto de centro de cultivos acuícolas en nuestras costas, se reunieron firmas y, en un día histórico, antes de iniciar la caminata, se entonó nuestro himno nacional y se rindieron homenajes con poesía de vecinos locales haciendo el llamado a levantar la voz por la defensa del territorio.
Se caminó desde la plaza de Armas de Cobquecura hasta la Lobería y en la playa, formando un corazón humano gigante frente a nuestro Santuario, se dijor fuerte y claro que nuestra zona se respeta y vale mucho más que las salmoneras que quieren ensuciar nuestras aguas con su sucio negocio. Cobquecura se defiende, se protege y no se toca!